Ya
se anticipó que, al igual que una corriente crea un campo magnético,
un
campo magnético puede crear una corriente eléctrica. Esto
es una consecuencia del princípio de conservación de la energía:
Un
sistema tiende a mantener su energía constante.
Como quiera
que el magnetismo no es sino una de las formas en que se manifiesta la
energía, resulta que una bobina intenta mantener su flujo magnético
(su energía magnética almacenada) constante. Si causas externas
lo hacen disminuir, la bobina reaccionará creando una corriente
que mantenga el flujo inicial. Si, por el contrario, causas externas lo
hacen aumentar, la bobina reaccionará creando una corriente que
origine un flujo contrario, a fin de disminuir el flujo y mantenerlo en
su valor inicial.
Naturalmente
esta situación no se puede mantener, ya que una bobina, por sí
sola, no es capaz de generar energía indefinidamente.
Pasado
un cierto tiempo, la reacción de la bobina cesará y "aceptará"
las condiciones impuestas desde el exterior.
Este comportamiento
de las bobinas fué descubierto experimentalmente por Lenz, quien
enunció su Ley de la siguiente manera:
Ley de Lenz
"Cuando varía el flujo magnético
que atraviesa una bobina, esta reacciona de tal manera que se opone a la
causa que produjo la variación"
Es decir, si el
flujo aumenta, la bobina lo disminuirá; si disminuye lo aumentará.
Para conseguir estos efectos, tendrá que generar corrientes
que, a su vez, creen flujo que se oponga a la variación. Se dice
que en la bobina ha aparecido una CORRIENTE INDUCIDA, y, por lo tanto,
UNA FUERZA ELECTROMOTRIZ INDUCIDA.
Se verá un
ejemplo aclaratorio: Supongamos que la bobina, situada a la izquierda
en la figura siguiente, tiene un flujo nulo.Por lo que la corriente
I será nula también.
Si le acercamos un imán,
parte del flujo de éste atravesará la propia bobina, por
lo que el flujo de la bobina pasará de ser nulo a tener un valor.
La bonina reaccionará
intentando anular este aumento de flujo y
¿ cómo lo
hará ?
Lo hará creando una
corriente I en el sentido indicado en la figura, porque de esa manera,
esta corriente creará un flujo contrario oponiéndose al aumento
impuesto desde el exterior. Una vez transcurrido cierto tiempo, la bobina
se ha amoldado a las nuevas condiciones y el flujo que la atraviesa será
el que le impone el imán. Al amoldarse dejará de crear la
corriente indicada, que pasará de nuevo a ser cero.